LA MENTORÍA VOCACIONAL COMO ESTRATEGIA DE DESARROLLO

2019-10-09T07:34:52+00:00 By |

LA MENTORÍA VOCACIONAL COMO ESTRATEGIA DE DESARROLLO

A través del acercamiento a los docentes participantes del Proyecto Educación para la Niñez y Juventud (ECYP-FEDISAL), se ha indagado que las necesidades actuales de los estudiantes para lograr el éxito van más allá de lo académico, son necesidades de reafirmación y conocimiento de ellos mismos como personas, el reconocimiento de modelos de éxito de su comunidad y el compromiso con su país, que viene dado por la identificación con él.

Para los docentes es claro que, si el estudiante no posee autoconocimiento y autoconciencia, conocimiento del medio de desarrollo productivo y modelos objetivos de éxito en beneficio social, el interés por superar su actual nivel de vida cada vez disminuye. La violencia, los referentes de éxito y la falta de orientación en la administración de finanzas provocan que los jóvenes cada vez tengan menos visión de futuro. Un ejemplo claro de ello es la no administración de ingresos económicos, tales como salarios o remesas. En el caso de la remesa, que muchos estudiantes reciben de parte de sus padres o familiares que se encuentran en el extranjero, lamentablemente, en pocos casos es vista como una ayuda temporal para impulsar el logro de un crecimiento y desarrollo económico y personal; más bien, es considerada como una cuota que sus familiares están obligados a enviar indefinidamente. Profundizando un poco más, circunstancialmente, la remesa es percibida bajo ópticas diferentes: por una parte, el que recibe lo concibe como una especie de victimización, al considerar que se es merecedor de este envío por encontrarse en un país de menos oportunidades y frente a la ausencia de sus familiares y, por otro lado, la visión del que envía, al considerar que con ello, brinda una mejor calidad de vida a su familiar que lo recibe.

A través del análisis docente, se considera que ambas ópticas crean un ambiente de confort y despreocupación de los jóvenes por su futuro y menos interés por la productividad y desarrollo personal. Asimismo, una percepción de desventaja entre los jóvenes que no cuentan con familiares en el extranjero que les brinden una ayuda económica como tal; creando en ellos, una falsa visión de éxito y acrecentando su motivación por querer migrar hacia el extranjero con el objetivo de “tener una mejor vida y ayudar a su familia”.

Cambiar el paradigma de éxito que muchos estudiantes actualmente conciben es uno de los retos para lograr “el querer quedarse, superarse y promover el desarrollo en su país”. Al preguntar a los jóvenes estudiantes sobre su interés en migrar hacia otro país, las respuestas frecuentes son: “porque aquí no hay trabajo, porque aquí no puede hacerse nada, porque quiero ayudar a mi familia”. Ante ello, queremos demostrar a nuestros jóvenes que cada uno puede crear sus oportunidades, crecer, desarrollarse y lograr el éxito en este país. Una mejor instrucción en el tema financiero, que inicie desde la educación básica; la promoción de la oferta académica de los centros de estudio en las escuelas de educación básica y la presentación de modelos objetivos de éxito de su comunidad y alrededores, son algunas de las propuestas que surgen de las voces docentes; orientación para construir un proyecto de vida profesional, laboral, de emprendimiento, familiar…  se suma a la propuesta; en cuanto a las limitantes de movilidad territorial que ahora cercan a los estudiantes, los docentes están encontrando salida en la ampliación de los servicios ofrecidos en los centros escolares, convirtiéndolos en complejos educativos. Los docentes participantes en el proyecto han analizado cuáles son las áreas en las que los estudiantes necesitan apoyo para lograr el éxito, como resultado feliz de lo que se emprende y que es de beneficio personal y social. En este sentido, es oportuna la presentación de modelos de éxito del contexto inmediato, personas que les compartan su experiencia de cómo han logrado establecerse y superado retos. Modelos que, desde su cotidianidad, envíen un mensaje al estudiante demostrándole que el éxito no es de quien más posesiones tiene sino, de quien es más feliz con lo que hace para él y para la sociedad. Dependiendo del interés vocacional que muestre el estudiante, el modelo podrá brindar una orientación más especializada relacionada con el área en la que se desempeña, a fin de apoyar la toma de decisiones de los estudiantes y mostrarles un panorama objetivo de la vida en nuestra sociedad, dejando también, la moción de una transformación. Los modelos contribuirán a demostrar que en nuestro país sí se puede crecer y lograr el desarrollo en distintas áreas, sin embargo, buscamos la focalización en la profesionalización y productividad; la última, ya sea, en lo laboral o en el emprendimiento.

El acompañamiento a los estudiantes planteado anteriormente, forma parte de una propuesta más amplia de mentoría que se desarrollará en los centros educativos. En términos educativos, la mentoría es una estrategia constructivista de aprendizaje cooperativo-significativo, que implica una conexión de experiencia, desde la vida del guía (mentor), con la vivencia y la proyección de futuro del aprendiz (mentorado). El mentor sirve de guía y acompaña a su mentorado a consolidar su saber ser –aprendizaje actitudinal- o a desarrollar un saber hacer –aprendizaje procedimental-, que potencializa desde lo cognitivo, afectivo, conductual, evaluativo, el desarrollo de sus técnicas, habilidades, destrezas y estrategias vitales y laborales, para enfrentar de manera exitosa y productiva, diversos aspectos de la vida, profesión u oficio.

Desde la mentoría vocacional que ECYP-FEDISAL propone a través de los modelajes, presentación de la oferta académica nacional y el acompañamiento, el estudiante tendrá una visión más amplia de las opciones que tiene a su disposición para la toma de decisiones responsables sobre su futuro, relacionadas con lo académico, laboral o emprendimiento y las transformaciones que pueda promover desde su interés vocacional; asimismo, una orientación sobre las buenas prácticas relacionadas con la administración de recursos, especialmente de las ayudas económicas temporales para ser vistas como oportunidades o medios para el tránsito hacia la autonomía económica a través del crecimiento personal y productivo.

 

Por: Guadalupe Arévalo

Santa Tecla, octubre de 2019