…Y MI SEÑAL ES UNA “K”…

“…Todo inicio el sábado tres de diciembre del 2016, donde decido venir a inscribirme a esta modalidad flexible, porque quiero terminar mi bachillerato y luego buscar un lugar donde pueda trabajar…” Kevin Garcia.

A sus dieciocho años, Kevin es un estudiante sordo y su señal es una “K”. Estudia en una modalidad flexible del municipio de Sonsonate, en el occidente de El Salvador. Por falta de centros de educación que atiendan a jóvenes con discapacidad auditiva Kevin no pudo seguir sus estudios, pero con la decisión de superarse Kevin y su familia buscaron alternativas de seguir buscando lugares donde pudiera superarse, hasta que encontraron esta sede.

En El Salvador, se han aperturado 292 sedes que buscan mejorar las oportunidades educativas de jóvenes entre 12 a 24 años que están fuera del sistema escolar, buscando que concluyan exitosamente su proceso de educación media; de estas sedes solo existe 1 que apoyo a 11 jóvenes con discapacidad auditiva.

Las clases iniciales no fueron fáciles para Kevin… “Yo no conocía este lugar. Estaba un poco nervioso al principio…porque los demás alumnos oyentes no sabían cómo comunicarse con nosotros, pero poco a poco todos nos fuimos conociendo y nos hicimos amigos…”  

Los estudiantes en las Modalidades Flexibles son personas que están tratando de reintegrarse al sistema educativo, y tenemos que darlas paso a paso”, asegura Luis Cepeda, uno de los maestros de la sede….”La mayoría de los estudiantes de este programa han estado fuera de la escuela por un largo tiempo, incluso años y su incorporación debe alentar su confianza de que tienen las habilidades y la capacidad para finalizar su educación y lograr sus sueños…”

Las modalidades flexibles, enseñan a los jóvenes a través de dinámicas y juegos, buscando que los beneficiarios, avancen de una manera menos tradicional en su aprendizaje en las materias de matemática, sociales, naturales y lenguaje.  Es esta sede, se buscó que la municipalidad de Sonsonate apoyara con la cobertura de intérpretes especializados para atender a los 11 jóvenes.

…”Pienso que lo bueno ha sido que en matemática, por ejemplo, toda la enseñanza ha sido a través dinámicas,  juegos con los ojos vendedados, armando cosas, nada  de calculadoras…. igual que en lenguaje y sociales… aprendemos todo a través de dinámicas y juegos.  Yo me siento bien y estoy bien entusiasmado con esta modalidad…” Narra Kevin, sobre sus clases todos lo sábados y domingos.  

” Estos espacios permitieron no sólo a los estudiantes sordos una oportunidad de asistir a la escuela, sino también oportunidades para que el resto de los estudiantes aprendieran acerca de la inclusión y que el derecho a la educación sea para todos…” concluye Luis Cepeda, maestro de la sede.

Ahora Kevin sueña con construir un futuro, la sede le ha dado esperanza y visión en su camino… “mi sueño es terminar mi  primer y segundo año de bachillerato, yo quisiera ir a la universidad y seguir adelante, ir a la universidad como los demás…. pero también quiero aprender inglés, porque me gusta”….

USAID/El Salvador, a través del Proyecto Educación para la Niñez y Juventud, apoya las sedes de modalidades flexibles ejecutando curso de habilidades para la vida, y retorno o permanencia escolar; además promueve la inclusión de los jóvenes en la escuela, brindando oportunidades educativas a través de los diferentes espacios donde se ofrecen estos servicios.

Finalmente, Kevin hace un llamado a todos los jóvenes de El Salvador… “Yo les digo a todos que ser sordo es una discapacidad, ser ciego, estar en silla de rueda, andar con  bastón o no poder caminar….. ¡Hay muchas discapacidades!, pero yo lo les puedo decir… que luchen… que es importante terminar el bachillerato… yo soy sordo y no me quedado en la  casa, he salido y he aprendido mucho en la escuela, no dejen de estudiar… acéptense como son y  sigan luchando..”.